La depresión, un estigma actual con tendencia al alza

 

Eustaquio es un ser con tendencia al pesimismo. Con ceño siempre fruncido, mirada taciturna un corazón roto y el alma perdida. 

Está agotado. Del cuerpo le duelen hasta las pestañas. Siente cansancio moral, mental, físico y psicológico. Quiere irse, pero su cuerpo no quiere y la mente mucho menos…

Es una persona que se hizo a sí misma. Con aciertos y errores sin otro maestro que la vida, como muchos, sobre todo los de su generación.

Está en un punto en el que le es difícil ver más allá en el tiempo. Ese futuro que siempre veía  lejano y superado, siempre  tramo a tramo sin pensar. Ahora, a estas alturas de la vida en que queda poco por elegir, ya que el cuerpo no acompaña y la mente no es de ayuda por falta de motivación. Está y se siente solo, y las contadas visitas que recibe, le dicen cómo debe de comportarse, que debe de hacer… Parece que nadie se da cuenta que los “consejos” le ahondan mucho más en el pozo profundo que sabe está metido y no tiene fuerzas de salir. 

Eustaquio está un poco hastiado de tanta positividad “bullanguera”. Pareciese que la humanidad se uniera al eslogan, “ vive feliz ahora,  y todo lo que no te haga feliz, abandónalo..”.

Estar con una persona depresiva no mola. Nada hay de divertido en ello ni en ella. Por eso nos molesta tanto porque en el fondo, queremos evadirnos de no ver ni sentirnos a través de un espíritu alicaído de cara tristona que tenemos enfrente mirando sin ver. Que nos recuerda que la vida coño, no siempre es divertida ni fácil.

Eustaquio se esfuerza por los demás, en enseñar los dientes, hablar positivo, intentar todo el rato en decir lo que el otro-a quiere oír… ¡Qué desgaste..!  Se queda en silencio... ¿Qué decir de interesante  para que no aparezca ese silencio incómodo que hay que acallar a toda costa?. ¿A quién le interesa lo que siente, piensa o cree? ¡Por dios Eustaquio que pesimista! .  Vaya  manera de perder los papeles tuviste Eustaquio ¿no ves que así nadie te quiere...?

Si Eustaquio decidiese irse sin más, sin ruido, sin adioses, es posible que molestaría a los “felices cercanos”, ya que podría rascar la costra de sus banalidades que  taparían con una tirita de emoticonos: carita triste o dedo alzado… Es la moda. La moda del todo vale mientras yo esté bien y olvidar. Olvidar  hoy de lo que ha pasado ayer, ya que el ayer es pasado, ya no existe... ¿Cómo aprender del pasado si lo olvidamos con tanta facilidad?

 

El mundo está lleno de Eustaquios y Eustaquias. Y donde más se concentran es en España, un país envejecido gracias a las políticas erróneas durante décadas que no han apoyado a la mujer. 

Hay muchas personas solas y las más vulnerables las personas llamadas mayores. Tú que estás leyendo esto, ¿crees que puedes hacer algo por alguien cercano a ti?. No es cuestión de salvar al mundo, es cuestión de implicarte en la pequeña parcela en la que habitas.

In memoriam  de Verónica Forqué que D.E.P.