El frenético ritmo de vida que llevamos, las imágenes de catástrofes en las películas, en juegos, noticieros; la cada vez más larga lista de parados, la palabra crisis tan escuchada y leída constantemente, nos llevan a crear imágenes constantes que, no son nada beneficiosas para la salud física, mental y emocional de nuestro cuerpo. Nos resulta fácil imaginar futuros augurios que la mayoría de las veces no se producen (despido, una enfermedad, un accidente, una catástrofe…) por lo que, nuestras células están siempre en situación de estrés.
¿Cómo podríamos cambiar éstos pensamientos e inquietudes y mejorar nuestra salud y bienestar?. ¿Cómo se puede conseguir eso? Cada vez hay más personas que trabajan más con su mente y sus ideas para crear aquello que desean, consiguiendo el éxito que se proponen.
Empresarios, deportistas, personas de éxito han utilizado la visualización consciente para conseguir sus metas con las ayuda del coaching. Nuestra capacidad para crear una imagen mental creando una representación lo más clara posible de lo que queremos conseguir y, mantener ésta imagen repetidas veces hasta conseguir dicho objetivo. Todo el poder creativo de la visualización se centra en el presente, por eso es importante que la imagen la sintamos como si realmente la estuviésemos experimentando ahora, en el momento de la visualización.
Los objetivos que nos propongamos pueden ser muy variados: restablecer el equilibrio personal, la salud si la hemos perdido, mejora laboral, unas mejores relaciones personales… En definitiva, mejorar o conseguir todo aquello que queremos cambiar en nuestra vida.
Cada vez que nos encontremos pensando o imaginando situaciones que no queremos, o cosas que nos preocupan y no sabemos cómo resolver, la técnica de la visualización nos puede ayudar a cambiar éstas imágenes por otras más constructivas y creativas; visualizándolas cómo realmente nos gustaría que fueran, hará que se produzcan los cambios que estábamos deseando e incluso, más allá de lo que pudimos imaginar.
¿Cuántas veces hemos malgastado nuestra energía en pre-ocuparnos de cosas y crear imágenes que nos hacen sentir mal ya sea recordando algo del pasado o imaginando situaciones que nunca han llegado a ocurrir? Y, ¿si hubiésemos gastado esa energía y tiempo en crear opciones válidas y positivas para esas situaciones?