Existe un alto porcentaje de personas que tienen problemas de
sueño y en su mayoría, no le hacemos caso, no le damos la importancia que tiene
este problema.
No descansar bien, no dormir el tiempo necesario, nos acarrea
más y más cansancio, fatiga mental, baja autoestima, desidia…
Dormir bien significa levantarse de la cama
totalmente descansados, con alegría y la cabeza despejada. Dormir profundamente es importante para la regeneración celular, la mejora del sistema inmune, reparación del organismo... Lo que nos permite levantarnos llenos de energía y con ganas de hacer cosas…
Las estadísticas nos revelan que más de un 35% de la
población sufre de insomnio. Aproximadamente un 37% no duerme lo suficiente y que los trastornos
del sueño afectan al 46% de la población. ¡Menuda estadística!
Existen 100 trastornos que pueden influir en la calidad del
sueño, entre ellos la apnea del sueño. La apnea afecta al 4% de hombres y al 2%
en mujeres.
Personalmente creo que existen tantos trastornos como miedos, estrés, ansiedad y limitaciones tenga cada persona.
Personalmente creo que existen tantos trastornos como miedos, estrés, ansiedad y limitaciones tenga cada persona.
Todos son tratables, pero muy pocas personas piden ayuda. Quizá la
ayuda más rápida para evitar la falta de sueño sea el pedir la consabida pastilla al médico, sin a lo
mejor, ser conscientes de los efectos secundarios que va a producir en el
organismo.
Poco sirve las recomendaciones del médico; los principios activos del
fármaco van a influir en el sistema neurológico cerebral. Evidentemente, va a
depender de cuánto tiempo estemos tomando dicho medicamento y del tipo que éste
sea.
Caben muchas preguntas, pero una de ellas sería, ¿qué provocó
el insomnio? si no sabemos exactamente la respuesta, ¿cómo vamos a saber cuándo
estamos “curados” del problema?. A lo
mejor, nos viene la respuesta “desde que….” Pero es muy probable que ese haya sido el
detonante, el pistoletazo de salida de algo que se lleva enquistando mucho más
tiempo.
Existen muchas alternativas a la pastilla y que nos puedan
ayudar a saber qué nos ocurre y a mejorar nuestra existencia. Quizá algunas de esas
alternativas lleven consigo una mirada hacia adentro, a cómo está el
insomne en su momento presente, qué situaciones arrastra... ¿Desde cuándo? ¿Cómo
te hacen sentir?...
Algunas técnicas
que pueden servir de ejemplo, son las
siguientes:
·
La
Relajación a través de la respiración consciente
·
La
Meditación en la que se trabaja el presente, controlando el pensamiento.
·
El
Mindfulness en donde coexisten meditación-relajación guiada a uno o varios
propósitos
·
LaHipnosis en dónde se va directamente al problema a través del inconsciente, teniendo en cuenta las características del paciente,
sus circunstancias, creencias,
limitaciones….
¿Qué te
pueden aportar estás técnicas entre otras?
1. Que consigues quererte tal como eres
y a ser tu mismo.
2. A empoderar tus cualidades en vez de enfocar
en las que te gustaría tener.
3. A romper bloqueos emocionales limitantes
4. A gestionar mejor tus emociones y
relaciones con los demás
5. Dejar de lado el estrés y la ansiedad
6. Aumentar la autoestima
7. Dormir profundamente
8. Mayor agilidad mental y claridad de
ideas
9. A disfrutar del presente y por lo
tanto, mayor alegría de vivir
¿Todos estos puntos lo puede proporcionar una pastilla de ansiolítico,
algún relajante muscular, o un antidepresivo..?
Quizá es la hora de hacernos
cargo de lo qué nos ocurre cogiendo las rienda desde el interior más profundo; esa
profundidad que tanto nos incomoda “ver y sentir” para hacer algunas modificaciones
que nos ayuden a ser más felices y creativos.
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