Querido hermano:
Estas letras son para rendirte mi
pequeño homenaje como mi hermano mayor…
Cuándo nací apenas tenías 6 años. La edad para jugar a la
pelota, a las canicas con los amigos, a subirte a los árboles, a corretear sin
ningún tipo de responsabilidades ni cortapisas adultas. No te pertenecía.
Pero al nacer yo, nuestra madre
se quedó sola ya que, su marido ha tenido que irse a otro país para ganar lo
suficiente y darle a sus hijos algo más que terruños. También un techo, estudios... Alejarlos de un trabajo duro en el campo, donde la mayoría de las veces era ingrato.
Quiero darte las gracias por la renuncia, a tus juegos, a tu vida de niño chico. Te pusieron la responsabilidad
de atender, cuidar y alimentar a una bebé ¿ingrata, miedosa y egoísta…? ¡qué fastidio..!
Cuando fui creciendo, te admiraba
muchísimo, te quería con locura… Me gustaba estar contigo para
aprender, jugar y copiarte. ¡Qué orgullo sentía por ti a lo largo de los años!.
Eras mi Dios, mi hermano mayor. Un dios con pies de barro, que no fue fácil
aceptar pero, me ayudó a enfrentarme a mis miedos y soledades.
Comprendo tu inquina hacia mí, de
donde proviene y tus motivos. ¡Te robaron la infancia! Y luego mamá en su lecho de
muerte te siguió poniendo más peso sobre tus adolescentes hombros “cuida de tu
hermana y quiérela bien…”
Ella ha sido madre y lo hizo lo
mejor que pudo y supo. Desde su propio aprendizaje procedente de sus padres y
que, éstos a su vez, aprendieron de los suyos; ¡así siete generaciones hacia atrás!!
Hoy, desde la comprensión y el
perdón te escribo éstas líneas para que sepas, que me he perdonado. Que te libero de toda presión que has podido sentir, cada vez que me veías. Decirte que he
perdonado, a todas y cada unas de esas generaciones de las que provenimos, y te lo digo, para que, también puedas
perdonar y perdonarte. Quizá tu corazón lo necesite más que el Sintrón que te inyectas.
Quiero que sepas, que he adorado
a tus hijos y que me apena, no tener relación con ellos. Soy responsable de la parte que me toca, y acepto, acepto, tus medias disculpas…
Puede que en algún momento de
algún día, puedas reunir y podamos, sentarnos a una mesa con tus descendientes y echarnos unas
risas; sin pasados, sin futuros, simplemente el presente de estar vivos y
juntos.
Hasta ese día, te deseo que tengas un año nuevo, y todos los venideros, llenitos de Venturas y Prosperidades.
Hasta ese día, te deseo que tengas un año nuevo, y todos los venideros, llenitos de Venturas y Prosperidades.
Un abrazo,
Una sanación en toda regla, llena de humildad, corazón y vida,que me emociona enormemente!!!!! Un olé para esta gran mujer!!!! Feliz 2013 lleno de Luz y Prosperidad!!! Anja
ResponderEliminar